domingo, 30 de junio de 2013

Monotemática.

Y ahí estás, monotemática, pensando como será el reencuentro, sabiendo que hagas lo que hagas o digas lo que digas serás sentenciada con palabras necias.

Que siempre salta un cojo y parece que vendes muletas.


Besitos folclóricos.

viernes, 21 de junio de 2013

Vive intensamente.

Aprovechando que hoy entra el verano recupero este poema de Neruda, ¿Quién muere?, para que viváis intensamente las vacaciones, dejéis que la mente fluya y no muráis lentamente nunca. Feliz verano.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobres las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos, las sonrisas de los
bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el
trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja
ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días
quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo
exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.

Neruda.

Besitos folclóricos.

miércoles, 19 de junio de 2013

Rita Bradshaw.

Después de unos cuantos días liada con trabajos y exámenes, aquí estoy de nuevo. Espero que me hayáis echado de menos.

Esto de ser "blogger" me hace sentirme un poco Rita Bradshaw, pero sin un armario lleno de ropa cara, tacones de Manolo Blahnik ni bolsos de Louis Vuitton. Y por supuesto sin una misera publicación en el NY Times, ni un café del Starbucks. Vamos, que lo único que tenemos en común es que escribimos en un ordenador, y el mio ni siquiera es iMac. Todo esto pasando por alto que a ella le pagan y que su vida amorosa es bastante más interesante que la mía.

Pero vamos que entre que no me gusta el café, que en mi armario no cabría tanta ropa y que soy más de bares pequeños que de grandes eventos de postureo, tampoco lo llevo tan mal para que nos vamos a engañar. Que yo lo único que tengo de femme fatale son los labios rojos y cuando me los pinto. Aunque ahora que estoy de vacaciones si me queréis invitar alguna fiesta, recordad que me apunto a cualquier tipo de bombardeo ¡eh!.

En fin, que lo de siempre ser felices.


Besitos folclóricos.

jueves, 13 de junio de 2013

Tic-Tac.

Es increíble como cambia el transcurso del tiempo según el momento en el que te encuentres. Cuanto más intentas retenerlo más rápido pasan las horas, los minutos y los segundos. Y sin embargo cuando quieres que las manecillas del reloj avancen sin parar, parece que el tiempo se ralentiza.

Lo más curioso es que los recuerdos que retenemos en la memoria son aquellos en los que el tiempo ha pasado casi sin darte cuenta e incluso llegamos a idealizarlos y hacer esos momentos más perfectos de lo que en realidad fueron. Sin embargo, los otros, los que estamos deseando que pasen en cuanto se van los olvidamos de nuestra mente y ¡pum! adiós a todas esas horas.

Disfrutar cada segundo de cada minuto de cada hora, aunque se os pase volando, porque probablemente el tiempo no exista, y lo que ahora estás leyendo dentro de un segundo será pasado. Ya sabéis eso que dicen, "vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver" de momento quedaros solo con lo de vive rápido, lo demás mejor lo dejamos al azar ¿no creéis?.

Y estas son las conclusiones que saca una después de un examen y un largo día de biblioteca por delante... será que esto de ponerme a estudiar me vuelve filosófica.


Besitos folclóricos.

sábado, 8 de junio de 2013

Renacimiento.

Llegará un día en que algo dentro de ti haga clic y empieces a ver las cosas de otra forma. Amarás con la misma intensidad, pero controlarás más tus emociones. Aprenderás a quererte mejor y a tener bajo control tus inseguridades.

Comprenderás también, que aquello que te frustra y que no llegas alcanzar simplemente no es para ti. No te confundas con tirar la toalla, cuando llegue el momento te darás cuenta, abrirás bien los ojos y verás nuevos horizontes que te harán disfrutar más cada momento del día y de la vida porque ya, no serás insegura, si no más madura y más completa.
Debes aceptar que necesitas espacio para asimilar aquello que no entiendes, porque el tiempo es necesario para estas cosas, y debes dar margen a los demás, ya que no todo el mundo funciona a la misma velocidad. Incluso, llegará un momento en que te aburrirás de ciertos arquetipos de personas y verás a otras que están más cerca de tus inquietudes y apetencias. 

Pero, tranquila no tengas prisa, porque como te digo, todo es cuestión de tiempo, se paciente, no se puede vivir metiéndose prisa a uno mismo. Se feliz con lo que tienes enfrente, juega con esas piezas y plantéate de que forma se pueden ordenar con naturalidad, para que todo cobre sentido. 



  

Kase. O Jazz Magnetism. Renacimiento



Besitos folclóricos.

lunes, 3 de junio de 2013

A otro perro con ese hueso.

Si el “y si…” ya me gustaba poco, no os hacéis una idea el asco que me da la palabra expectativa.  La Real Academia Española la define como:
1. f. Esperanza de realizar o conseguir algo.
2. f. Posibilidad razonable de que algo suceda.
3. f. Posibilidad de conseguir un derecho, una herencia, un empleo u otra cosa, al ocurrir un suceso que se prevé.
Pero claro, que nos podemos esperar ya de la RAE, que admite “almóndiga”, “cocreta”, “vagamundo”, “dotores”, “murciégalos” y un sin fin más de patadas al diccionario. La única “palabra” nueva (por llamarla de alguna forma) que me hace gracia es “SinWERTgüenzapero en fin… ese es otro tema.

Volviendo a lo de antes, para una servidora la definición de expectativa sería algo tal que así: 
  1. Creación de falsas promesas.
  2. Posibilidad de querer venderte gato por liebre.
  3. Posibilidad razonable de desilusión a corto/medio plazo. 
Vamos en resumen sería un “no te creas nada de lo que te estén contando, no es más, que una burda mentira para tenerte contenta”.

Y digo esto, porque es así como me siento cuando me prometen el oro y el moro sin estar 100% seguros. Que no es que sea pesimista ¡OJO! para nada. Pero hacer el favor de no vender la piel del oso antes de cazarla, que luego pasa lo que pasa.


Besitos folclóricos.  

sábado, 1 de junio de 2013

Domestícame.

Hay días como hoy en los que me siento un poco como el zorro en El Principito, cuando le pedía a éste que por favor lo domesticara. Yo, creo que hace tiempo que quiero que me domestiquen, pero no me malinterpretéis, Rita es indomable, con domesticar, al igual que en libro me refiero a "crear lazos", veréis el zorro se lo explicaba al principito con estas palabras:

Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo. (...) Si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. (...) Por favor... ¡domestícame!. Sólo se conoce lo que uno domestica. Si quieres un amigo, ¡domestícame!

 - ¿Qué hay que hacer? – dijo el principito.

- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro.
Antoine de Saint-Exupéry

Supongo, que todos alguna vez necesitamos que nos domestiquen y sentir que para alguien somos distinto al resto, pero ya sabéis, las cosas de palacio van despacio.

Este libro que, aunque parezca para niños no lo es, debería leérselo todo el mundo y si me apuráis incluso más de una vez en la vida.

 Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

Besitos folclóricos.