Esto de ser "blogger" me hace
sentirme un poco Rita Bradshaw, pero sin un armario lleno de ropa cara,
tacones de Manolo Blahnik ni bolsos de Louis Vuitton. Y por supuesto sin
una misera publicación en el NY Times, ni un café del Starbucks. Vamos,
que lo único que tenemos en común es que escribimos en un ordenador, y
el mio ni siquiera es iMac. Todo esto pasando por alto que a ella le pagan y que su vida amorosa es bastante más interesante que la mía.
Pero vamos que entre que no me gusta el café, que en mi armario no cabría tanta ropa y que soy más de bares pequeños que de grandes eventos de postureo, tampoco lo llevo tan mal para que nos vamos a engañar. Que yo lo único que tengo de femme fatale son los labios rojos y cuando me los pinto. Aunque ahora que estoy de vacaciones si me queréis invitar alguna fiesta, recordad que me apunto a cualquier tipo de bombardeo ¡eh!.
En fin, que lo de siempre ser felices.
Besitos folclóricos.
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