Pero claro, que nos podemos
esperar ya de la RAE,
que admite “almóndiga”, “cocreta”, “vagamundo”, “dotores”, “murciégalos”
y un sin fin más de patadas al diccionario. La única “palabra” nueva (por
llamarla de alguna forma) que me hace gracia es “SinWERTgüenza”
pero
en fin… ese es otro tema.
Volviendo a lo de antes, para una
servidora la definición de expectativa sería algo tal que así:
- Creación de falsas promesas.
- Posibilidad de querer venderte gato por liebre.
- Posibilidad razonable de desilusión a corto/medio plazo.
Vamos en resumen sería un “no te
creas nada de lo que te estén contando, no es más, que una burda mentira para
tenerte contenta”.
Y digo esto, porque es así como
me siento cuando me prometen el oro y el moro sin estar 100% seguros. Que no es
que sea pesimista ¡OJO! para nada. Pero hacer el favor de no vender la piel del
oso antes de cazarla, que luego pasa lo que pasa.
Besitos folclóricos.
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